¿Qué opción es la indicada para vos a la hora de elegir monitores de estudio? Te contamos todos los detalles para que puedas decidir.
Si bien hoy en día existe una gran variedad de monitores de estudio activos, vale la pena recordar que los primeros monitores de la industria de la grabación eran pasivos. Si bien no podemos asegurar que uno tipo sea definitivamente mejor que el otro, conviene comprender sus diferencias.
Los sistemas de monitoreo pasivos son modulares (es decir que, además de los monitores, tenés que comprar la potencia y el crossover). Los monitores activos incluyen todos estos componentes, lo que implica ciertos beneficios. No vas a necesitar más espacio libre en tus racks y podés estar seguro de que la etapa de potencia fue específicamente diseñada para garantizar el mejor rendimiento sonoro del monitor en cuestión.
Si bien podés armar un sistema de monitoreo pasivo de primer nivel, un sinfín de estudios profesionales de todo el mundo utilizan monitores activos. Salvo que tengas alguna razón específica para preferir un sistema pasivo, probablemente te convenga optar por la comodidad y el rendimiento inherente a los sistemas de monitoreo activos.
En el caso de los monitores de estudio, su potencia influye ampliamente en su sonido, y no solo en el volumen. También determina su rango dinámico (es decir, cuánto volumen soportan antes de comenzar a saturar). Los sistemas de mayor potencia reproducen transientes más detallados, lo que te permite realizar ajustes más precisos en tus compresores, limitadores y compuertas de ruido.
En otras palabras, si escuchás una mezcla al mismo volumen en dos sistemas de monitoreo de distinta potencia, el sistema de mayor vatiaje te va a brindar un rango dinámico superior. Muchas personas desconocen que los picos de señal (por ejemplo, los transientes generados por redoblantes o bombos) pueden llegar a necesitar una potencia hasta 10 veces superior a la que requiere el resto del material. Por ejemplo, para un volumen determinado que requiere 20 watts en promedio, los picos pueden llegar a necesitar hasta 200 watts.
Esto significa que si tu amplificador soporta 70 watts antes de empezar a saturar, te van a faltar 130 watts de rango dinámico. Esto genera un mayor nivel de distorsión y los picos pueden llegar a saturar la señal (lo que suele ocurrir con los típicos bombos de la música pop). Si bien no necesitás los monitores más potentes del mundo, tené en cuenta que una mayor potencia no solo te garantiza más volumen, sino que también mayor definición y rango dinámico.
Vas a encontrar bocinas hechas de materiales muy diferentes, como papel, Kevlar, aleaciones de aluminio, etc. Los fabricantes siempre buscan innovar. Y si te interesa el tema, podés leer muchos artículos que describen las propiedades de estos materiales. Pero esperá un minuto. ¿Realmente te interesa el material de las bocinas?
Si bien los materiales influyen considerablemente en el sonido del monitor, ¿tu decisión de compra realmente depende de los materiales utilizados? La forma en la que dichos materiales afecta el sonido de los monitores es innegable, pero es muy fácil tomar una decisión de compra equivocada si te concentrás en los materiales en vez de en los beneficios específicos a cada aplicación en particular.
Sobre este tema no hay dudas. Ubicá los monitores de forma tal que creen un triángulo equilátero con tu cabeza cuando estás sentado en la posición de mezcla. En otras palabras, colocalos de forma tal que exista la misma distancia entre los monitores y desde ellos hasta tu cabeza. Esto genera una respuesta en frecuencia más precisa y una imagen estéreo más clara. Si tenés que instalar un sistema de sonido envolvente, esto es un poco más complejo. Contactanos para que te asesoremos sobre cómo instalar este tipo de sistema.
Si instalás los monitores sobre soportes, vas a lograr un mejor resultado que colocándolos directamente sobre el escritorio o la consola. El sonido que rebota en el escritorio o la consola llega a tus oídos más tarde, lo que puede llegar a generar cancelaciones de frecuencias y reducir la precisión de tu sistema de monitoreo. Te damos un consejo: Colocá un espejo pequeño sobre cualquier superficie dura ubicada entre tu silla y el monitor. Si ves el monitor reflejado en el espejo desde la posición de mezcla, dicha superficie actúa como espejo acústico y hace que el sonido no llegue a tus oídos en línea recta, lo que puede llegar a cancelar frecuencias. Deberías tratar con material absorbente todas las superficies duras ubicadas entre tu posición y los monitores. Además, los monitores también transmiten parte de su energía hacia la superficie sobre la que se encuentran, lo que suele ocasionar más problemas acústicos si no están bien aislados. Lo más conveniente es colocar los monitores sobre soportes con una base debidamente aislada.
ROLAND: EVE Audio es una de las pocas compañías que utilizan la tecnología de transformador de movimiento de aire (air motion transformer) para reproducir las frecuencias agudas. Decidimos desarrollar una nueva gama de transformadores de movimiento de aire para toda la línea de monitores EVE Audio.
ROLAND: Una gran desventaja de los tweeters de domo “normales” es que su bobina de voz solo está físicamente conectada a lo que rodea el diafragma del tweeter de domo. Esta conexión genera muchas resonancias y oscilaciones parciales en el diafragma del tweeter de domo. El principio en base al cual opera el transformador de movimiento de aire es diferente. Se recubre un diafragma plegado muy liviano con una delgada capa de aluminio por donde pasa la corriente de la señal musical. Colocamos este diafragma plegado en un campo magnético muy potente.
Como resultado de esto, las paredes de cada pliegue trabajan entre sí, lo que permite que el aire pase entre dichos pliegues con una relación de 1:4 (en vez de 1:1, que es lo que te ofrecen los tweeters de domo convencionales). Se podría decir que el diafragma en sí mismo pasa a ser el motor. Este mejor control genera una mayor resolución y dinámica en la sección del tweeter, lo que se combina con un nivel de distorsión muy bajo.
Como hoy en día la mayoría de las herramientas que usamos para la producción de audio se encuentran en formato de software, podemos optar por usar hardware o software para hacer nuestro trabajo. Los únicos componentes del proceso de producción que todavía requieren el uso de hardware son los transductores (es decir, los micrófonos y los monitores). Si bien los transductores que usamos emplean software (para la corrección de frecuencias en los monitores y el modelado de micrófonos), todavía podemos decir que todos los monitores y los micrófonos dependen del movimiento pistónico de una superficie para capturar y reproducir sonidos en el aire. Solo se me ocurre una excepción: el tweeter AMT.
De hecho, se me ocurren dos formas no pistónicas en las que se puede crear un monitor: el tweeter AMT y un tweeter de plasma o “llama azul”. Sin embargo, a diferencia del tweeter de plasma, que es algo poco común, poco práctico y francamente peligroso, el tweeter AMT es igual de práctico que uno convencional, aunque funciona diferente y es igual o, según algunos, bastante mejor que el tweeter convencional de domo duro o blando.
Si bien existen factores como la electroestática, la gran mayoría de los parlantes funcionan con bocinas electrodinámicas. Al funcionar como un micrófono dinámico en reversa, utilizan una bobina de alambre suspendida en un campo magnético como un motor eléctrico lineal para que, cuando una corriente alterna pase por la bobina, la bocina se mueva hacia atrás y hacia adelante, comprimiendo y refractando el aire delante de ella para así crear ondas sonoras. En el caso de los tweeters, la masa es mínima, lo que reduce la inercia y ayuda a extender el rango superior de respuesta en frecuencia. Estos tweeters pueden ser de materiales duros o blandos, pero deben ser livianos para así permitir los rápidos cambios de dirección necesarios para reproducir las altas frecuencias. Para no aumentar su peso, los tweeters convencionales son pequeños y tienen un límite de volumen, como se puede observar en el caso de los tweeters con bocinas típicos de los grandes sistemas de audio.
Los tweeters AMT o Air Motion Transformers (Transformadores de Movimiento de Aire), a los que se suele denominar “tweeters de cinta”, se basan en los mismos principios electrodinámicos que los tweeters convencionales, pero su inteligente diseño hace que muevan el aire de forma muy diferente, tengan un rendimiento distinto y, lo que es todavía más importante, suenen diferente a los tweeters pistónicos convencionales.
El diafragma tiene un circuito de aluminio impreso (flechas violetas) y está rodeado por un potente campo magnético. El gráfico con puntos de color muestra el movimiento de las distintas capas, lo que produce una onda sinusoidal: desde el principio (punto negro) hasta las medias ondas correspondientes al positivo (punto verde) y al negativo (punto rojo). El flujo de aire resultante (flechas azules) es cuatro veces más rápido que la velocidad en la que se mueve cada uno de los pliegues, lo que marca una gran ventaja al momento de producir señales musicales con transientes rápidos.
Es lógico por qué la gente compara el AMT con los fuelles de un acordeón. Pero esta analogía no es del todo correcta ya que, con los cambios de polaridad (de negativo a positivo), los pliegues de la cinta se juntan y hacen que el aire frente al diafragma se comprima y genere una onda de presión. En el caso de los acordeones, los bordes de los fuelles se mueven y hacen que los pliegues que miran hacia adelante y hacia atrás se separen o acerquen. En el movimiento del AMT, los bordes del diafragma no se mueven, sino que los pliegues se acercan y separan produciendo compresión en uno de los lados del diafragma y rarefacción en el lado opuesto (como lo haría un pistón, pero de forma más rápida y eficiente).
Hay varias respuestas a esta pregunta. Por ejemplo: Son más eficientes porque generan menor distorsión. Y podríamos seguir enumerando razones, pero la mejor respuesta es: Escuchalos porque es muy probable que te gusten. Tres miembros del equipo de Production Expert probaron monitores con tweeters AMT de diferentes fabricantes y concluyeron lo siguiente:
Los tweeters de cinta AMT tienen una excelente respuesta a transientes y reproducen hasta el más mínimo detalle de las altas frecuencias. Su sonido se enfoca en las frecuencias agudas. Me da la impresión de que su audio se encuentra entre el sonido de un domo blando y un domo duro, pero con una excelente respuesta a transientes.
Estos tweeters no te distraen, no cambian nada y hacen un excelente trabajo. Por ello es que los tenés que probar.
Uno de los aspectos más importantes de la tecnología de transformador de movimiento de aire es que utiliza una cinta plegada, a diferencia de lo que ocurre en el caso de los tweeters de cinta convencionales que usan una cinta no plegada. Todos los monitores medianos EVE Audio utilizan una versión exclusiva de esta tecnología denominada RS2. RS2 significa “Ribbon System 2” (Sistema de Cinta 2), lo que implica que la placa frontal es más grande y que un imán de mayor tamaño genera el movimiento con la mayor eficiencia posible. Esto significa que puede brindar una mayor potencia de salida gracias al sistema de imán más grande que incluye. Los modelos grandes incorporan el sistema exclusivo de tweeter AMT denominado RS3, que utiliza un imán y una placa frontal todavía más grande para así garantizar una mayor eficiencia.
Ahora que ya sabés el tipo de monitor de estudio que necesitás, comunicate con Planeta Analógico para que te ayudemos a elegir la mejor opción.
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